El glutatión es el principal antioxidante de su cuerpo y existe en cada una de sus células. Funciona manteniendo todos los demás antioxidantes en línea y funcionando al máximo.
La tarea principal de este súper antioxidante es ayudar a proteger su cuerpo del daño de los radicales libres, los desechos y las sustancias potencialmente dañinas. El glutatión es uno de los factores más importantes del arsenal de desintoxicación de su cuerpo y es crucial para el bienestar de su hígado.
A medida que envejecemos, la capacidad del cuerpo para producir glutatión disminuye. Y muchas sustancias como el alcohol, las drogas y los contaminantes pueden reducir los niveles de glutatión.
Una de las mejores formas de restaurar esos niveles es utilizar un derivado del aminoácido cisteína, llamado N-acetil cisteína, o NAC para abreviar. La NAC cuenta con cuatro décadas de validación científica y se ha utilizado en la medicina tradicional durante más de 30 años.
Una de las funciones principales de la NAC en la medicina convencional es como tratamiento para la intoxicación aguda con analgésicos que contienen paracetamol, la principal causa de insuficiencia hepática aguda en los EE. UU.
Una dosis demasiado alta de paracetamol puede agotar las reservas de glutatión del cuerpo, provocando daño hepático permanente. Como precursor, la NAC restablece rápidamente los niveles de glutatión y, de hecho, ayuda a salvar vidas.
Las acciones de la NAC más allá de su papel como precursor del glutatión
Al reponer los suministros de glutatión de las células de forma regular, la NAC ayuda a las células a recuperar su capacidad para protegerse contra los radicales libres y otros daños. Esto es especialmente deseable a medida que envejece.
Los investigadores han descubierto que la NAC hace más que simplemente reponer los niveles de glutatión dentro de las células. NAC proporciona beneficios potenciales adicionales en estas áreas:
- Ayuda a regular la expresión de muchos genes implicados en la respuesta inflamatoria del cuerpo.
- Apoya la sensibilidad normal y saludable a la insulina.
- Apoya la salud respiratoria*
- Protege los tejidos y las células de los efectos del estrés oxidativo causado por el ejercicio*
- Apoya el crecimiento y desarrollo celular normal y saludable*
No hay duda de que la NAC ofrece un valioso potencial para apoyar la salud de su hígado.
Milk thistle ha sido apreciado durante más de 2000 años por su valor para favorecer la salud del hígado, los riñones y la vesícula biliar.
Cuando se trituran las hojas de la planta, liberan una savia lechosa. De ahí el nombre.
La hierba milk thistle es una excelente fuente del compuesto antioxidante silimarina, su principal componente activo.
Extraída de las semillas de las plantas, la silimarina se compone de tres flavonoides (silibinina, silidianina y silicristina), los cuales pueden ayudar a reparar las células hepáticas que han sido dañadas por contaminantes ambientales, alcohol y fructosa.
Se ha descubierto que la silimarina aumenta el glutatión y ayuda a prevenir su agotamiento en el hígado. También ayuda a respaldar una respuesta inflamatoria normal en las células a través de su efecto sobre la expresión genética.
Apoye su hígado con hasta 100 veces más del precursor del sulforafano en el brócoli fresco
La glucorafanina es un precursor del sulforafano, una potente sustancia que apoya el hígado y que se encuentra en el brócoli orgánico común, su fuente más conocida.
Sin embargo, los brotes de brócoli jóvenes y frescos, cultivados a partir de semillas de brócoli orgánico, pueden contener hasta 100 veces la cantidad de esta glucorafanina.
Cuando los animales en los estudios masticaron o tragaron vegetales que contenían glucorafanina, el sulforafano resultante activó el sistema de eliminación de desechos del cuerpo.
Esto no sólo ayudó al cuerpo a deshacerse de los contaminantes, sino que también ayudó a protegerlo de posibles daños.
Los investigadores querían ver cómo funcionarían estas sustancias en humanos, por lo que viajaron a una de las regiones más industrializadas y contaminadas de China para poner a prueba su teoría.
Reclutaron a un total de 291 hombres y mujeres que vivían en una comunidad agrícola rural en la provincia de Jiangsu, China, a unas 50 millas al norte de Shanghai, para su prueba de 12 semanas.
El grupo de tratamiento recibió media taza de una bebida hecha con polvo de brotes de brócoli que contenía glucorafanina y sulforafano, combinada con agua esterilizada, piña y jugo de lima.
Durante el recorrido se tomaron muestras de orina y sangre para medir los contaminantes del aire inhalados.
Los resultados fueron sorprendentes... La excreción de un contaminante común y potencialmente peligroso en el aire aumentó el primer día en el grupo de polvo de brotes de brócoli, ¡en un sorprendente 61 por ciento! Y el aumento de la excreción continuó durante todo el período de 12 semanas.
Los investigadores concluyeron que el sulforafano en el polvo de los brotes podría de alguna manera estar indicando a las células la necesidad de adaptarse y sobrevivir a una amplia gama de contaminantes ambientales, incluidos los del agua y los alimentos.